22 dic 2022

Día 19-12-2022 LOS REYES DE LOS PLANES QUINQUENALES

 A MICRÓFONO CERRADO


    LOS REYES DE LOS PLANES QUINQUENALES

  ¿Qué planes podemos diseñar para un futuro más próspero? ¿Qué hoja de ruta debemos seguir para garantizar el desarrollo regional? ¿Cómo liderar el mañana? A estas trascendentales cuestiones intentamos responder a lo largo de décadas, sin llegar a saber qué Región queremos, y cómo debemos aplicarnos en su transformación. Así, estrategia tras estrategia, nos estrellamos contra el muro del más inoperante inmovilismo.

 En consecuencia, llevamos navegando entre planes estratégicos, transparencias y aguas opacas demasiado tiempo sin encontrar el rumbo. Si habitualmente el más alto propósito de tantos planes incumplidos era construir una Murcia líder, robusta e innovadora; ahora, al menos nos conformaríamos con que no se nos estropeara demasiado nuestro páramo regional.

 Porque con el trasvase en vías de extinción, sin Consejo de la Transparencia que vele por nosotros, pues está descabezado, con el Mar Menor, del que cada vez se habla menos, aunque siga agonizando, con nuestras infraestructuras de tercera (con un ave y un aeropuerto en consonancia), con una perversa infrafinanciación, una deuda galopante, un déficit crónico … y... Sigan añadiendo ustedes, las muchas cuitas que nos embargan desde tiempos pretéritos y no tan pretéritos. De esta guisa, inexorablemente,  2023 ha de nacer con los mismos vicios de siempre, por muy nuevo, resplandeciente y electoral que sea, que lo es.

 Mas alabado sea el señor, tenemos nuevo Plan Estratégico, que todo lo cura y todo lo sana. Un plan quinquenal en toda regla, genuino Bálsamo murciano de Fierabrás. Seguro que ustedes lo estaban echando en falta. Será por planes, será por estrategias… El milagro de la multiplicación de los ‘planes’ y los peces, versión 2027.

 Al fin el lunes 12 de diciembre, como pórtico a la Navidad, se ha remitido nuestra misiva a los Reyes Magos. ¿Qué otra cosa es, si no, el último Plan Estratégico de la Región de Murcia? En esta carta, de cierto candor infantil, pedimos 370 actuaciones para desarrollar en los próximos 5 años, hasta 2027, con una inversión prevista de 4.430 millones de euros. Sí, 4.430 millones, ni más ni menos, y a nadie le embarga ninguna duda. La meta es muy loable, su objetivo fundamental vuelve a ser por enésima vez cambiar el modelo productivo.

 Lo del cambio de modelo productivo, seguro que les suena; porque llevamos pidiéndoselo a los Magos de Oriente y a los magos de aquí, lustro tras lustro, sin que jamás lo logremos. ¿Y qué es este plan, reluciente y sacado del horno, sino un plan quinquenal, a la vieja usanza, con todos sus atributos y buenos deseos impresos y calculados hasta el último céntimo? Calculados sí, mas en cinco años pocos querrán recordar estos cálculos. Su grado de ejecución depende, de nuevo,  del voluble paso de los días, que se hacen meses; meses, que se hacen eternos, quinquenio tras quinquenio.

 Y mientras intentamos poner en marcha el’ Plan de Fierabrás’, tan estratégico como otros, debemos acarrear la pesadísima carga de una deuda de más de 11.500 millones de euros, que nos cuesta cinco millones al día. Cada seis horas, un millón y cuarto de euros se va por la alcantarilla de la amortización (con sus correspondientes intereses). Probablemente pronto traspasemos la esquizofrénica frontera de los 12 mil millones de deuda; y la injusta infrafinanciación a Zapatero debida, que Rajoy tampoco arregló, ni por supuesto Sánchez, habrá de seguir siendo el único argumento al que aferrarse para justificar atávicas desidias autóctonas.

 Empero, en este quinquenio lo conseguiremos, cumpliremos el plan, ¿quién lo duda? Y si así no fuera, no hay por qué preocuparse, los reyes magos de la política venidera nos traerían más planes y estrategias. Como exclamara Montaigne, “no vamos, somos llevados”, lo que no sabemos es adónde.

 

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